El Pentagrama Esotérico o Estrella de Cinco Puntas es el mismo TETRAGRANMATON; simboliza al hombre Auto-Realizado, al HOMBRE COMPLETO; es la estrella de la omnipotencia, la ESTRELLA FLAMÍGERA; es el símbolo del VERBO UNIVERSAL DE VIDA, del verbo hecho carne. De allí su nombre PENTAGRAMA. El TETRAGRANMATON o PENTAGRAMA representa el dominio del hombre solar sobre los cuatro elementos de la naturaleza: Fuego, Aire, Agua y Tierra. Con el PENTAGRAMA podemos mandar a las creaturas elementales que pueblan las regiones del fuego, del aire, del agua y de la tierra.
Esta sagrada estrella esotérica en su posición vertical, tal como está en el dibujo, rechaza las fuerzas del mal. Ante este símbolo terrible tiemblan los Demonios y huyen aterrorizados.
Para defendernos de ataques negativos, podemos hacer resplandecer instantáneamente con la imaginación creadora la magna estrella, pronunciando con mucha fuerza y Fe los sagrados Mantrams secretos: KLIN KRISHNAYA GOVINDAYA GOPIJANA VALLABHAYA SWAHA.
En los UPANISADS GOPALATAPANI Y KRISHNA se encuentra este MANTRAM que tiene el poder para formar instantáneamente en el plano astral la TERRIBLE ESTRELLA FLAMÍGERA. Este Mantram consta de cinco partes y tiene tres etapas perfectamente definidas. Al recitar el KLIM que los ocultistas de la India llaman la Semilla de Atracción, provocamos un flujo de energía CRISTICA que desciende instantáneamente del Mundo del LOGOS SOLAR, para protegernos, y se abre entonces hacia abajo una puerta misteriosa. Después por medio de las tres partes siguientes del MANTRAM se infunde le Energía Crística en aquél que lo recita y finalmente por medio de la quinta parte, el que ha recibido la Energía Crística puede irradiarla con tremenda fuerza para defenderse de los tenebrosos. Dichos Mantram se vocalizan silabeándolos. Con estos Mantram se pueden conjurar a los Demonios que controlan los posesos.
El verbo cristaliza siempre en líneas geométricas: esto esta demostrado con la cinta magnetofónica. Dios Geometriza. La palabra toma figuras Geométricas.
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| imagen 1 |
Si estudiamos a fondo la PENTALFA, podemos ver, en el ángulo superior, un cuatro (imagen 1 ). Ése es el símbolo de Júpiter, el Padre de los Dioses, el símbolo del Espíritu Divino de toda criatura que viene al mundo, el símbolo del ETERNO DIOS VIVIENTE; y, debajo de ese cuatro, verán ustedes unos ojos siempre abiertos: son los ojos, precisamente, de la Divinidad de Dios. Ante este sigo de Júpiter, con los ojos del Espíritu siempre abiertos, tiemblan las columnas de ángeles y demonios. Tal símbolo, hace huir horrorizados a los tenebrosos.
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| Imagen 2 |
Se abre la Pentalfa con sus brazos en forma extraordinaria, como cuando un hombre está de pie con sus piernas y brazos abiertos. Pero, si observamos cuidadosamente estos Brazos de la Pentalfa abiertos, veremos en ellos el signo de Marte (imagen 2), el Planeta de la Guerra.
Ya sabemos que el ocultismo marciano es terrible; en las esferas «no superiores sino sumergidas» de Marte, encontramos terribles magos negros que tiemblan ante este signo terrible de la Pentalfa. Obviamente, tal signo marciano puesto en la estrella de cinco puntas, que es el Hombre, nos da fuerza; no la fuerza física, que es una fuerza de tipo muy inferior, ¡no! Nos da la fuerza del Espíritu para vencer a los malvados.
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| Imagen 3 |
Los dos ángulos inferiores abiertos son las dos piernas de cada uno de nosotros, cuando nos paramos con ellas abiertas. Llevan la asignatura de Saturno (imagen 3); ya sabemos lo que es el aspecto negativo de la Esfera de Saturno, lo que es la terrible Magia Negra. Obviamente, los tenebrosos la entienden si está colocado ese signo con las piernas hacia abajo.
Si arriba tenemos a Júpiter con los ojos del Espíritu siempre abiertos, es obvio que los tenebrosos, viendo esto, se horrorizan, no pueden resistir, se retiran.
Al lado derecho, colocando la imagen frente a frente, vemos la Luna; y a la izquierda vemos el Sol. Pero, si colocamos la imagen, no frente a frente sino a nuestro lado, es claro que a la derecha estará el Sol (€) ¿verdad? y a la izquierda la Luna (‚). El Sol está representado por un círculo con un punto en el centro; es el Sol radiante del Espíritu, nos ilumina y da vida. A la izquierda está la Luna; el Sol representa a las fuerzas solares, a las fuerzas positivas (+) masculinas, la Luna representa a las fuerzas negativas (-) femeninas.
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| Imagen 4 |
En el centro aparece el Caduceo de Mercurio, bajo el signo precisamente de Mercurio (Imagen 4 ). El Caduceo de Mercurio es muy importante: encima va el signo del Planeta Mercurio. Es obvio que Mercurio es el mensajero de los Dioses, es el Planeta que está más cerca del Sol, es el Ministro del Sol; sin Mercurio, no sería posible llegar a la AUTO-REALIZACIÓN ÍNTIMA DEL SER. Bajo Mercurio aparece, precisamente, su Caduceo con las alas del Espíritu siempre abiertas; tal Caduceo está en la Espina Dorsal del hombre, nuestra medula espinal con ese par de cordones simpáticos, conocido en el oriente como Idá y Pingalá, un par de cordones que se enroscan en la forma que ustedes lo ven en el Caduceo de Mercurio. Por ese par de cordones nerviosos, sube la Energía Creadora (energía sexual transmutada) hasta el cerebro. «Es claro que lo más sublime de esta energía es lo que sube»...
Ahora nos extenderemos, después de esta explicación somera, aún más. A un lado de la Pentalfa. A la derecha, visto de frente, vemos el Báculo de los Patriarcas, la Vara de Aarón, la Caña de Bambú de siete nudos, el Cetro de los Reyes, la Vara de José florecida, es la Espina Dorsal. Obviamente, por el canal medular espinal deben ustedes subir el Fuego Sagrado hasta el cerebro, para pasar de allí al Templo Corazón. Las tres borlas situadas en la parte superior del báculo son las tres fuerzas primarias de la creación; Padre, Hijo y Espíritu Santo que todo Iniciado debe encarnar.
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| Imagen 5 |
También aparece en la Pentalfa, la Espada Flamígera (imagen 5), que no es más que el Fuego Sagrado de cada uno de nosotros. Sin la Espada Flamígera, no seríamos verdaderamente dignos; cuando un ángel pierde su espada, se dice que se ha caído y entonces es precipitado hacia los Infiernos atómicos...
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| Imagen 6 |
Aparece también, en la Pentalfa, en la parte superior, el Cáliz (Imagen 6). De manera que, ven ustedes el Cáliz, el Báculo y la Espada. Ese Cáliz indubitablemente representa al Yoni, es decir, al útero; así como el Báculo representa al Phalo, principio masculino; y la Espada, al Fuego Sagrado. Indudablemente, tenemos que aprender a manejar el Báculo y la Espada, y tenemos que trabajar también con el Vaso de Hermes, si es que queremos realizar la Gran Obra.
La palabra «TETRAGRAMMATON» es bastante interesante: TETRA es la unidad dentro de la trinidad de la vida; TETRAGRAMMATON es el Santo Cuatro, pues porque el Padre es el número uno, el Hijo es el dos, el Espíritu Santo es el tres. Pero, ellos, los tres, emanan del AIN SOPH, es decir, de la Estrella Atómica Interior que siempre nos ha sonreído; y los tres, emanando del AIN SOPH, forman el cuatro, el Tetragrammatón.
Tal palabra, TETRAGRAMMATON, es mántrica. Alguna vez quise experimentar con el Tetragrammatón; lo vocalicé en los Mundos Superiores de Conciencia Cósmica, y entonces muchos Inefables de los nueve Cielos: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, emergieron para ver qué pasaba, como diciendo: “¿Por qué habéis pronunciado el nombre del Eterno en vano?... Yo mismo me sentí perplejo, confundido.
Si colocamos el Pentagrama en esta forma, es decir, con el ángulo superior hacia abajo y los dos ángulos inferiores hacia arriba, tenemos el signo de la Magia Negra. En vez de concurrir a nuestras invocaciones, las columnas de ángeles, concurrirán las columnas de demonios.
Cuando un iniciado se cae, cuando derrama el vaso de Hermes Trimegisto, entonces, es fulminado por el Arcano 16 de la Kábala, y cae con la cabeza hacia abajo y las piernas hacia arriba, en la forma de la Pentalfa Inversa; así es como han caído los grandes Iniciados.
Si a la entrada de nuestra habitación, pintamos con carbón el signo de la Pentalfa con el ángulo superior hacia adentro y los dos rayos inferiores hacia fuera, huirán de nuestra recámara los Magos Negros. Pero si la pintamos con el ángulo superior hacia fuera y los dos rayos inferiores hacia adentro, vendrán a nuestra recámara los tenebrosos. Según la dirección de sus rayos puede representar a Dios o al Diablo. Al cordero inmolado o al macho cabrío de Mendes. Al CRISTO o a SATÁN. La ESTRELLA FLAMÍGERA INVERTIDA es el ANGEL CAIDO, el BODDHISATTWA caído.
Puede también dejarse la ESTRELLA FLAMÍGERA sobre una piel de cordero bien blanca para tenerla dentro de la habitación; puede usarse siempre para el umbral de la RECAMARA NUPCIAL. Así evitamos que los tenebrosos se metan a la RECAMARA.
Cuando se pone el Pentagrama con vidrio, en un cuadro de vidrio, eso espanta terriblemente a los malvados. Y si se pinta sobre el vidrio, aterroriza a los fantasmas y demonios; y si se lo lleva como medallón en el pecho o anillos que se llevan en el dedo anular, ya en oro o en plata, estaremos bien protegidos contra las fuerzas de las tinieblas.
El mejor ELECTRUM es una ESTRELLA FLAMÍGERA con los siete metales que corresponden a los siete planetas. Estos son los siguientes: Plata para la Luna. Azogue para Mercurio, Cobre para Venus, Oro para el Sol, Hierro para Marte, Estaño para Júpiter y Plomo para Saturno.
Es pues, el Pentagrama, de un poder mágico realmente sorprendente. Vemos en sus brazos varias letras hebreas: aparece IOD-HE-VAU-HE. Esa palabra IOD es el Principio Masculino, o Partícula Divina, más bien como Chispa Virginal, es terrible. IOD-HE, he ahí el sexo masculino y femenino de la Divinidad VAU-HE. Iod, Principio Masculino Divino; He, Principio Femenino Divino; Vau, Principio Masculino Sexual, o sea, el LINGAN; He, el Yoni, el Yoni femenino. Hay un modo de pronunciación de las letras hebreas IOD-HE-VAU-HE, pero es terriblemente Divino. No en vano se debe cantar estos mantrams, porque esas cuatro letras hacen vibrar a la Divinidad Interior. Se dice que es el nombre del Eterno, y no así, en vano, se debe pronunciar. Esto nos invita a la reflexión.
1 (MONADA) + 3 (TRINIDAD) = 4 (TETRAGRAMMATON). El Arcano 22 sumado kabalísticamente nos da: 2 + 2 = 4 (TETRAGRAMMATON). El resultado es el Santo Cuatro, el misterioso Tetragrammatón, el IOD-HE-VAU-HE; Hombre, Mujer, Fuego y Agua; Hombre, Mujer, Falo y Útero. Ahora comprenderemos por qué el Arcano 22 es la CORONA DE LA VIDA.
Los Principios MASCULINO Y FEMENINO se conjugan en el Santo y Misterioso Tetragrammatón, nombre esotérico que no debe pronunciarse en vano y que está relacionado con las letras del Nombre del Eterno en Hebreo: HE VAU HE IOD (símbolos Hebreos que se leen al revés).
IOD: ETERNO PRINCIPIO MASCULINO.
HE: ETERNO PRINCIPIO FEMENINO.
VAU: PRINCIPIO MASCULINO FÁLICO; EL LINGAM.
HE: PRINCIPIO FEMENINO, EL ÚTERO; EL YONI.
IOD-HE-VAU-HE, SE REDUCE A SSSSSSssssssss.
Esas cuatro letras son en sí mismas de inmenso poder SACERDOTAL. Hay que pronunciarlas como el aullido de un ciclón entre los montes o imitando al viento, se pronuncia suavemente cuando se quiera SANAR A UN ENFERMO o invocar a un Deiduso, también sirven para meditar. En esas cuatro letras están representados los Dos Principios: Femenino y Masculino del Macrocosmos y Microcosmos: La Vara, Principio Masculino y la Copa, Principio Femenino. En esas cuatro letras está el Principio del Eterno que no se debe pronunciar en vano.
El Arcano 4 del Tarot es el Santo y Misterioso TETRAGRAMMATON. El nombre Sagrado del Eterno tiene 4 letras: IOD, HE, VAU, HE.
IOD: HOMBRE HOMBRE.
HE: MUJER MUJER.
VAU: FALO FUEGO.
HE: ÚTERO AGUA.
Son las 4 palabras que nos llevan a la Novena Esfera, al Sexo, a la Forja de los Cíclopes, a la famosa FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO, para levantar la Serpiente Sagrada de nuestros Mágicos Poderes y llevarla al corazón, recibiendo la Cruz Sagrada de la Iniciación en el Templo de la Madre Divina.
En las palabras IOD-HE-VAU-HE, encontramos el misterio del Tetragrammatón (Santo 4), las Cuatro Palabras, los Cuatro Elementos, más profundamente encontramos nuestro Ser, a la DIVINIDAD MÁS COMPLETA.
Del Ain Soph que es Un Átomo SÚPER DIVINO de cada uno de nosotros, emanan las Tres Fuerzas Divinales, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, dando su última síntesis, 3 + 1 = 4. Tetragrammatón - (IOD-HE-VAU-HE). Siendo éste el resumen Sagrado del número 4.
La cabellera del Anciano de los Días tiene 13 bucles. Si sumamos entre sí tendremos 1 + 3 = 4; 1 es el Principio Masculino, Fuego; 2 es el Principio Femenino, Agua; el 3 es el Hijo de la Creación más la Unidad de la Vida es igual a 4, éste es el Santo TETRAGRAMMATON. Este es el nombre del Eterno IOD-HE-VAU-HE.
La barba del Anciano de los Días tiene 13 mechones. Esa barba representa el Huracán, los 4 Vientos, el Soplo, la Palabra. Los 4 Vientos son: IOD-HE-VAU-HE. El Arcano 13 es el Anciano de los Días. Sólo venciendo a la Muerte podemos encarnar al Anciano de los Días. Las pruebas funerales del Arcano 13 son más espantosas y terribles que el Abismo.
Aparecen otras letras hebraicas ahí, para recordarnos ciertos procesos de la Divinidad, pero sobre ellos ahora guardaré silencio.
Los números anotados en la parte superior, sumados kabalisticamente (1+2+1+2+3 = 9), dan el número 9 que significa la Novena Esfera, el sexo, el trabajo alquímico con nuestras Energías Creadoras.
Aparecen números, todo para recordarnos la Trinidad dentro de la Unidad, el Tetragrammatón. Pero, no es obligatorio que esos números vayan ahí; ésos ya son perfectamente convencionales. Lo importante es que vaya el TETRAGRAMMATON, y eso es la Trinidad dentro de la Unidad de la vida, el Santo Cuatro.
Realmente, mis caros hermanos, el Pentagrama es el ser humano, el Microcosmos dentro del cual, he dicho, está el Infinito. Hay que trabajar con el Caduceo de Mercurio que aparece en la Pentalfa, es decir, hay que transmutar el esperma en energía para despertar el Fuego Sagrado, y hacerlo subir por la espina dorsal hasta el cerebro. Sólo así será posible desarrollar todas nuestras facultades y poderes; hay que trabajar con el CADUCEO DE MERCURIO que tenemos en la espina dorsal.
Obviamente, cuando nosotros sabemos transmutar el esperma en energía, cuando no cometemos el crimen de derramar el vaso de HERMES TRIMEGISTO, entonces, el esperma no eyaculado se transforma en energía seminal. Esa energía, a su vez, se bi-polariza en átomos solares y lunares de altísimo voltaje, que suben por los dos cordones nerviosos que se enroscan en la espina dorsal, los dos cordones que aparecen en el Caduceo de Mercurio. Más tarde, los átomos solares y lunares hacen contacto en el TRIBENI, cerca del Coxis, y entonces, por inducción, despierta una tercera fuerza. Quiero referirme en forma enfática al Fuego Sagrado de la espina dorsal, al Fuego Pentecostal, al Fuego JEHOVÍSTICO, al Fuego Sexual; tal fuego, ascendiendo lentamente de vértebra en vértebra, va despertando distintos poderes en el hombre. Hay que trabajar, indudablemente, con el Sol y con la Luna, los principios masculinos y femeninos, es decir, el hombre con su mujer, la mujer con el varón...
Solamente así es posible despertar ese Fuego Sagrado que nos ha de transformar radicalmente. Hay que aprender a manejar el BÁCULO y la ESPADA; hay que aprender a manejar el “VASO DE HERMES”, la “COPA SAGRADA”. Sólo así es posible la transformación total.
En mis pasadas pláticas, decía que cuando un hombre se casa con una mujer que no le pertenece por esposa, sino que caprichosamente la toma violando la Ley, es fácil reconocerla porque el día de la boda aparece “calva”. Ella, inconscientemente, con el velo tiene que cubrir en tal forma el cabello que realmente no se ve su pelo, aparece como si no tuviera cabello, calva; eso no saben las mujeres todas. Si lo supieran, pues buscarían la forma de no ser calvas, de que sus cabellos salieran por todas partes; entonces se dice que el hombre es marcado por una estrella fatal en la frente, es decir, con la PENTALFA invertida, con el fuego Lucifércio. Cuando un hombre es también infiel a su esposa, a la esposa que le ha dado la GRAN LEY, entonces cae como Pentalfa Invertida: con la cabeza hacia abajo y las dos piernas hacia arriba, y llevará en la frente el símbolo fatal de la estrella invertida.
En la edad media, existieron los grandes misterios esotéricos gnósticos; aquel Neófito que era candidato a la Iniciación, se le conducía con los ojos vendados hasta una gran sala; allí se le quitaba la venda. Lo primero que se le presentaba ante su vista era el Macho Cabrío de Méndez, el Diablo, con el signo de la Pentalfa en la frente y en perfecto orden, con el ángulo superior hacia arriba y los dos ángulos inferiores hacia abajo. Se le ordenaba al Neófito besar el trasero del Diablo; si el neófito no obedecía, se le volvía a poner la venda y, luego, se le sacaba por otra puerta. Jamás sabía él por dónde había entrado y nunca por dónde había salido. Más, si obedecía, de entre las piernas mismas del Diablo, sobre ese cubo sobre el cual aparecía él sentado, sobre esa piedra Cúbica, salía una hermosa doncella que le recibía con ósculo de paz y brazos abiertos; entonces, era recibido por toda la hermandad y aceptado como caballero gnóstico. Ésos eran gnósticos rosacruces, puesto que conocían verdaderamente los misterios de la Rosa y de la Cruz.
No puede decirse que ya fueron rosacruces de verdad. Rosacruces, en sí, es una palabra mayor; rosacruces hay sólo allá arriba, en los mundos superiores. Aquí abajo solamente existen aspirantes a rosacruces.
Para llegar a pertenecer a la auténtica Orden Rosacruz, hay que ser Gnóstico porque, ¿Qué es la Rosa? ¿No es acaso el símbolo del Logos Divino?; ¿Qué es la Cruz? – (Se corta grabación) –...sigue – casi metálico, sexual, la raíz de todo esperma. ¿Podría trabajarse sin Lucifer?, INRI dicen los Gnósticos, ese INRI está puesto sobre la Cruz del Salvador, del Mundo, pero ¿Dónde está esa Cruz? Vuelvo a repetir que el LINGAN-YONI, PHALO-ÚTERO, conectados sexualmente, hacen cruz. Entonces, la Cruz la cargamos cada uno de nosotros y debemos trabajar con la Cruz, porque allí está el INRI (Ignis Natura, Renovatur, Integram, -“El Fuego Renueva Incesantemente la Naturaleza”-). Así pues, Lucifer-Nahualt, Xoloc, el Macho Cabrío de Méndez escondido en el fondo de nuestro sistema seminal, es el Fuego Viviente y Filosofal, mediante el cual podemos transformarnos radicalmente.
En la Catedral de NOTRE DAME de París aparece un signo muy interesante, el Fuego. Él mira hacia allá, hacia un rincón, y en ese rincón hay una piedrecita, la piedra del centro; le dicen la piedra superior del ángulo, la Piedra Maestra, el Diablo de la Catedral de Notre Dame de París. Allí, todos los fieles apagan sus veladoras, después de sus ritos y oraciones; si esa es la Piedra Filosofal realmente, las antiguas sibilas decían, verdadero filósofo es aquel que sabe preparar el vaso, ¡es el Vaso de Hermes Trismegisto! ¿Dónde está ese vaso? Es el que aparece en el PENTAGRAMA, es el CÁLIZ SAGRADO, es el Cáliz en que bebió El Cristo en la Última Cena, el SANTO GRIAL, sobre el cual hay tanta literatura caballeresca. Copia de él tenemos en el Templo de Chapultepec; hay uno que resplandece allá en el Templo de Monserrat, España, Cataluña. Ese Vaso de Hermes Trismegisto hay que prepararlo; es el vaso aquel donde está contenida la MATERIA PRIMA DE LA GRAN OBRA, el VASO DE HERMES DONDE ESTÁ EL ESPERMA SAGRADO, el ENS SEMINIS.
¡Ay de aquél que derrama el VASO DE HERMES!, porque entonces cae como la PENTALFA invertida, con el ángulo superior hacia abajo y los dos rayos inferiores hacia arriba; caer así, en el fondo del abismo, es realmente doloroso, mis queridos hermanos...
Continuamos ahora con el SELLO DE SALOMÓN (Y), que aparece también aquí, en este dibujo magistral de la PENTALFA, los dos triángulos enlazados. Es obvio que, para poderlo entender, necesitamos ser alquimistas. ¿Cómo podríamos entenderlo sin la ALQUIMIA SAGRADA? ¿De qué manera?
Vienen a mi memoria, en estos momentos, acontecimientos trascendentales de mi presente reencarnación: era yo muy joven todavía y ella se llamaba URANIA, el INFINITO; vivía yo siempre enamorado de Urania, de ese Cielo poblado por innumerables Galaxias, por torbellinos de mundos que, como gotas de oro, se precipitaban en el abismo sin fin; un día, en estado de SAMADHI, abandoné todos mis vehículos para sumergirme totalmente en el PARACLETO UNIVERSAL, más allá del bien y del mal, mucho más allá del cuerpo de los afectos y de la mente, en estado (dijéramos) de Súper-Nirvánica felicidad. Dichoso, entré en aquella región inmaculada del Espíritu Universal de Vida; hube de entrarme por las puertas del Templo, entonces abrí el Gran Libro de la Naturaleza y estudié sus leyes, el éxtasis aumentaba de instante en instante, de momento en momento. No hay mayor dicha que aquella de sentirse el Alma desprendida, porque entonces el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora.
Cuando regresé de aquel Shamadhi (Samadhi), cuando volví a este cuerpo físico, cuando penetré dentro de mi vehículo por esa glándula pineal tan citada por Descartes con la Puerta del Alma, hube de recibir una extraordinaria visita: ciertas Damas Adeptos surgieron de aquel Paracleto Universal; se hicieron, para mí, visibles y tangibles en el mundo de la forma densa y así, físicamente, pude platicar con Ellas. Una de las mismas era extraordinaria dulzura; poniendo en el dedo anular de mi mano derecha un anillo con el Sello de Salomón, exclamó: “habéis pasado la prueba del Santuario. Muy pocos son los seres humanos que han podido pasar esa terrible prueba”, me bendijo y se fue, quedando mi anillo en el dedo anular de la diestra.
Me levanté muy feliz y, desde entonces, me sentí dichoso; cada vez que lograba escaparme de este cuerpo denso, veía en mi diestra el prodigioso anillo, formado así con aquella sustancia inmaculada, blanquísima y divinal de aquella región del Parapleto Universal, donde el tiempo no es más que acontecimientos trascendentales, y trascendentes.
Cualquiera de esas noches del misterio, después de hallarme en un jardín lleno de flores sublimes, viva representación alegórica de las virtudes divinales, tuve la dicha sí de penetrar en un Templo de Belleza... yo estaba con mi vehículo sideral dichoso, la música de las Esferas hacía vibrar el Cosmos Infinito y cada melodía me estremecía íntimamente.
De pronto, deteniéndome ante el Ara Sacra frente al Mahatma de aquel divino, en aquel Rincón del Amor, miré el anillo. Allí estaba, mas lo toqué con la mano izquierda, lleno de gran curiosidad. Entonces exclamó el Mahatma: “Ese anillo ya no te sirve, porque lo habéis tocado con la mano izquierda. Sin embargo, voy a consultarlo”. Después me dio ciertas explicaciones sobre el mismo.
Me dijo que tal anillo representa, vivamente, al LOGOS del Sistema Solar. Que la fuerza sexual masculina y femenina allí trabaja, que las seis puntas son masculinas y que las seis hondas, entradas entre punta y punta, son femeninas.
Siguió explicándome que las seis puntas son masculinas, que las seis hondas entradas entre punta y punta forman doce radiaciones, y que las radiaciones mediante la Alquimia Logoica vienen a cristalizar en las doce constelaciones del Zodíaco, el cual es, para nuestro Sistema Solar, una verdadera matriz cósmica. El Mahatma guardó después silencio y se retiró.
Estaba en lo cierto. Nunca más volví a ver mi anillo en la diestra. Siempre lo quería, siempre lo buscaba, siempre clamaba por aquel anillo. A diversos esoteristas les escuché comentar, más nadie sobre la faz de la Tierra podía darme una explicación satisfactoria. ¿Cuándo debía volver a conquistar el prodigioso anillo?
Pasaron los años, y al fin entendí, amigos: el triángulo superior es el azufre de la filosofía secreta, el Fuego Viviente de los alquimistas; el triángulo inferior que enlaza con el superior es el Mercurio. Yo había realizado la Gran Obra en el Continente Mú o Lemuria, que se hundió entre las olas embravecidas del Pacífico, hace unos 18 millones de años; entonces, había logrado la integración completa del Azufre y del Mercurio, había en mí mismo la Piedra Filosofal. Por realizado tal motivo, se me había entregado el prodigioso anillo en esos tiempos idos.
Había pasado la prueba del Santuario, había realizado la Gran Obra, esa que realizó Nicolás Flamel, la misma que realizó Reimundo Lulio, Jeshuá Ben Pandirá, Kut-Humi, Saint German, el enigmático Conde Caliostro, Quetzalcoatl y muchos otros. Mas es verdad, y de toda verdad, que después de haber realizado la Gran Obra, es decir, después de haber pasado la prueba del Santuario, después de haber estudiado el Gran Libro y desatar sus 7 sellos, cometí el error de tocarlo con la mano izquierda.
Hace tal vez un millón de años, poco más o menos, no digo tal vez, seguramente hace un millón de años, es decir, después de haber logrado la unión de los dos, la integración del azufre y del mercurio, ¿hice qué? Me lancé como la Pentalfa invertida, con la cabeza hacia abajo y las puntas hacia arriba. Yo estaba prohibido del sexo y cometí el error del Conde Zanoni, volver al sexo.
Si el Conde Zanoni se enamoró de Viola, la gran napolitana, yo también cometí el error de enamorarme de una hermosa doncella de la primera subraza de la gran Raza Raíz en la meseta central de Ashat, hoy Asia. Fue entonces cuando perdí el prodigioso anillo, fue entonces cuando sobrevino en mí la reducción metálica y así, como Boddhisattwa caído, anduve de vida en vida hasta que en la presente existencia resolví ponerme de pie otra vez, para servir de instrumento al Padre, porque Él es el que inicia la NUEVA ERA DE ACUARIO.
Entre el augusto tronar del pensamiento, amigos, ese azufre es el Fuego Sagrado que hay que despertar para desatar los siete (7) sellos del Gran Libro de la Sabiduría, del Gran Libro de la Naturaleza. Que ese Libro está citado en el APOCALIPSIS del vidente de Padmos, es verdad.
Cuando se desate el primer sello, viene un gran acontecimiento, y el segundo, y el tercero, y el cuarto sello, y el quinto, y así sucesivamente. Pero, cuando se rompa el último sello son hechos, rayos, y truenos y granizos, terremotos; cada uno de nosotros tiene la obligación de desatar los 7 sellos del Gran Libro mediante el Fuego Sagrado, en forma residual, elemental. Decimos que cuando el Kundalini va subiendo por la espina dorsal, se van desatando los siete sellos; eso es elemental, ¿verdad?
Decimos que se desata el Primer sello cuando se abre la Iglesia de EFESO, el Chacra Coccígeo que nos da poder sobre los Gnomos de la Tierra; cuando el Fuego Sagrado sube a la altura de la próstata, decimos que hemos desatado el segundo sello, que nos da poder sobre el agua de la vida; y cuando el Fuego Sagrado sube a la altura del plexo solar, decimos que hemos desatado el tercer sello que nos da poder sobre el Fuego Flamígero; y cuando sube a la altura del corazón, decimos que hemos desatado el cuarto sello que nos da poder sobre las criaturas de los aires; y cuando sube la altura de la laringe, decimos que hemos desatado el quinto sello que nos da poder sobre el AKASHA puro y la Clariaudiencia; cuando deviene a la altura del entrecejo, se abre ese Loto maravilloso que nos permite ver las grandes realidades de los Mundos Superiores, entonces se dice que hemos desatado el sexto sello; y el séptimo se dice que es cuando llega el Fuego a la Glándula Pineal y adquirimos la Polividencia y muchas otras facultades. Esto es elemental, completamente elemental. Ése es tan sólo el comienzo, abrir los siete sellos en forma magistral. Pero, hay algo más terrible, mucho más terrible; como quiera que esto pertenece a la alquimia, voy siquiera a dar algunas nociones sobre eso.
Se dice, mis caros hermanos, en lenguaje de la alquimia, que debemos pasar por tres Calcinaciones; eso está representado con el símbolo viviente de la Salamandra. La Primera Calcinación pertenece a la montaña de la Iniciación; ¿Qué calcinamos allí? ¿Qué es lo que vamos a cocer y a recocer, y volver a cocer? La SAL ROJA; se nos ha dicho que no es más que fuego polvificado, azufre polvificado; el fuego en alquimia está representado por el Azufre, esa SAL ROJA son los elementos inhumanos que llevamos dentro, que deben ser reducidos a cenizas. ¡He ahí! la Primera Calcinación. La Segunda es más avanzada: pertenece a la Segunda Montaña, volver a Calcinar las Cenizas de esa SAL ROJA para sacar de ella diversos elementos espirituales.
Es bastante interesante. Allí se trabaja con las esferas de la Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Saturno, Urano y Neptuno. La Tercera Calcinación va más lejos: hay que volver esa SAL ROJA, las cenizas que de ella quedaban a recocerla y volverla a cocer para extraer por fin de allí la SAL METÁLICA INCOMBUSTIBLE y Fugaz, es decir, los elementos divinales más profundos que embotellados están normalmente entre el Ego, para irse fusionando con la conciencia, para que ésta resplandezca abrasadoramente entre el seno del Universo. Sólo después de la Tercera Calcinación, canta el Gallo de la Pasión, que representa a la RESURRECCIÓN. Por ello, es que el Cristo dijo: “ANTES DE QUE EL GALLO CANTE, ME NEGARÁS TRES VECES”.
La PRIMERA NEGACIÓN corresponde a la Primera Calcinación de la Alquimia, el Primer Conocimiento de la SAL ROJA, porque tenemos que hundirnos en los mundos infiernos para trabajar, obviamente, puesto que ese es el PALACIO DE LA ALQUIMIA. Entonces se dice que hemos negado al Cristo, porque en los mundos infiernos tenemos que trabajar como demonios, vivir como demonios, pero destruyendo nuestros elementos inhumanos.
Con la Segunda Calcinación se dice que hemos negado al Cristo por Segunda vez, porque nos toca volver a los mundos infiernos a trabajar, a seguir desintegrando los defectos psicológicos que llevamos muy sumergidos... (Se corta la cinta y sigue)..., eso lo sabe cualquier clarividente Iluminado. Posteriormente, depositado en su Tumba de Cristal dentro de sí mismo, en el fondo mismo de nuestro corazón, el Alquimista trabajando sus defectos psicológicos consigue que el Señor RESUCITE en él, y él en el Señor. Así pues, la RESURRECCIÓN hay que hacerla aquí y ahora, y en vida, no para dentro de unos tantos millones de años: ¡ahora mismo! ¡Aquí mismo! ¡Ahora!... Cuando el Señor se vista con el PÚRPURA DE LOS REYES, es porque ha Triunfado, porque ha Vencido las Tinieblas dentro de sí mismo, porque CON SU PROPIA MUERTE HA MATADO A LA MUERTE. Se dice que es el CRISTO ROJO, porque es FUEGO VIVO; así pues, nosotros debemos pensar en el CRISTO ROJO, que vive dentro del SÚPERHOMBRE. Eso es lo que cuenta.
