martes, 10 de enero de 2012

El tercer ojo

El tercer ojo no es una glándula endócrina, aunque está relacionado con las glándulas Pineal y Pituitaria. Se trata en realidad de un organo que surge con el desarrollo espiritual de la personalidad integrada, y se deriva de la superposición e interrelación de los tres chakras superiores.

El tercer ojo, llamado también ojo de la visión etérea simbolizado en el cuerpo del unicornio (su cuerpo representa el cuerpo astral), es a veces activado por el delirium tremens de los alcohólicos, permitiéndoles ver los seres del bajo astral, y también se suele activar en niños menores de 7 años que a veces hablan de duendes y fantasmas.
El Chakra del Tercer Ojo, el Ajana o Sexto Chakra, se encuentra en el punto medio entre las dos cejas, justo donde la frente parece hundirse. De bellos colores púrpura e índigo, está vinculado con la Luz, y físicamente hablando con nuestro cerebro, ojos y glándula pituitaria. Este punto de energía en nuestro entrecejo protege el poder mental, el cual incluye la imaginación y los presentimientos que podamos experimentar.
Chakra o tercer ojo
Ajana significa mando o autoridad, y ésto es porque este es el chakra que nos dirige, el que contiene el sexto sentido, la intuición, que nos guía cada día. Se le conoce como el del Tercer Ojo porque ve más allá de lo tangible, de lo físico. Este Ojo iluminado puede ver lo invisible, lo que se mueve y subsiste en otras dimensiones, y es el punto central de nuestra sabiduría y de la armonización de las fuerzas que viven en nuestro interior.
Cuando este Sexto Chakra está activado te sientes tranquilo, en paz y concordancia con lo que te rodea, y eres capaz de vislumbrar lo que se avecina. Así tu espíritu evoluciona, crece y el poder que sientes dentro de tí refuerza tu temple ante los obstáculos. En cambio, si está desequilibrado, tu memoria y tu concentración fallan, los miedos a lo que vendrá se hacen fuertes y estado nervioso forma parte de tu carácter habitual.

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